Eres tonta, no me queda duda...

... sí, y sé que no te lo diré nunca porque no tengo ganas de discutir con alguien como tú, porque no entras en razón, porque cada vez que discutimos me caes peor y no puedo evitarlo por más que quiera. Porque con todo lo que haces me sacas de quicio, cuando haces cosas que perjudican a gente que quiero (aunque no te das cuenta porque eres así de lista) me molestas, cuando me mientes, cuando me tienes de segundo plato... cuando me echas en cara cosas que son mentira. A veces pienso que eres lo que me frena. Y es cierto, cuando estoy contigo mi mente se queda atrás, anclada en pensamientos poco sanos. Pero cuando no estás... ah, cuando no estás mi mente vuela libre, crea, imagina, es feliz... lo hemos pasado bien juntas, pero creo que ese tiempo acabó en cuanto yo dejé de ser la mala. Y a veces he pensado que me he portado mal contigo. Pero me doy cuenta de que no ves lo que eres. No te ves como eres. Y eso, eso sí que no lo aguanto. Porque yo sé que disto mucho de ser perfecta, que seguramente soy de lo peor... pero intento no serlo, no como tú.