Amistad... la tan ansiada y ¿conseguida?

Desde pequeña he pensado que nunca tendría amigas de verdad, de esas que te dicen lo que piensan aunque te duela, que te cuidan aunque no quieras, que se acuerdan de ti el día de tu cumpleaños, aunque te feliciten por Tuenti, de esas que si te faltan 5 céntimos para la cena te los dejan y no te dicen "devuélvemelos pronto ¿eh?". Porque si hay cosas que nos marcan a todos, a mí hubo una que me dejó muy marcada. Mi mente, inteligente donde las haya, se ha encargado poco a poco de ir borrando esos dolorosos recuerdos, y ciertamente, se lo agradezco, porque hay cosas que es mejor no recordar. Incluso a veces pienso que he llegado a perdonar, casi por completo. Pero sé que siempre será casi, porque mi Peter Pan se quedó muy tocado después de eso, mi Peter Pan nunca más se ha permitido salir y dar la cara, se ha encerrado tras un muro demasiado alto para que pudiese volar sobre él. Ni el polvo de hada puede hacer que lo sobrepase. Pero hay algo que sí lo ha hecho, la amistad, no sé si verdadera o no, pero es la impresión que tengo, por primera vez en mi vida, creo que de verdad es amistad. Porque entre bipolaridades, locas, heavys, patos, boñigas y demás, siento que soy feliz, aunque sea a ratos. Supongo que algún día intentaré dar más detalles, pero ahora no es el momento.

De alguna manera... es cierto.